por EDUARDO AMEIJIDE Y MONTENEGRO, Presidente de Mercasa, en el Anuario de la Alimentación en España 2016
El objetivo principal de Mercasa con la elaboración, desde hace ya 19 años, del informe anual sobre Alimentación en España es facilitar el seguimiento de la evolución de los indicadores económicos y de actividad vinculados a la producción agraria y pesquera, la industria de alimentación y bebidas, la distribución comercial en todos sus formatos y el consumo alimentario, dentro y fuera de los hogares.
El análisis detallado de las últimas dos décadas de información nos permite, por tanto, valorar cómo hemos progresado en este tiempo, con fuertes cambios en todos los eslabones de la cadena alimentaria, incluyendo periodos de crecimiento sostenido, a los que sucedió la retracción de la actividad y la demanda general en la economía española, para volver en los últimos ejercicios a una tónica de recuperación en todos los ámbitos.
A la vista de los datos más recientes, que se recogen en Alimentación en España 2016, esta es la conclusión más relevante. La industria, el comercio y el consumo de alimentos reflejan indicadores positivos, de recuperación de los niveles previos a la crisis, lo que favorece, a su vez, el impulso de innovación y progreso hacia el futuro que siempre ha sido consustancial a todas las empresas del sector alimentario en España.
La industria de alimentación y bebidas consolida su posición como primer sector industrial, con una evolución favorable en las variables relacionadas con la producción, el empleo y el comercio exterior. Todos los indicadores de coyuntura de este sector industrial muestran, además, una situación más satisfactoria en la industria de alimentación y bebidas que en el conjunto del sector industrial. Cabe destacar también en este ámbito la creciente orientación del sector de la alimentación y las bebidas hacia el mercado exterior.
Por su parte, los indicadores de ventas en el comercio minorista también acumulan ya un periodo sostenido de tendencia al alza, tanto en 2015 como en los primeros meses de 2016, con porcentajes interanuales que superan el 2% en el caso concreto del sector de la alimentación.
En cuanto al consumo alimentario, la información aportada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de los Paneles de Consumo Alimentario, que son fuente de buena parte del contenido de este anuario, refleja que el gasto total en alimentación y bebidas supero en 2015 los 99.000 millones de euros, con una participación de los hogares en este gasto del 67,7%, mientras que los establecimientos de hostelería y restauración representaron el 32,3% restante.
Con la misma tendencia general de recuperación, en 2015 se produjo un ascenso del gasto alimentario del 1% con respecto al año anterior, que fue incluso mayor en la alimentación fuera del hogar, con un incremento del 1,2%.
En la configuración de la demanda de alimentación de los consumidores españoles, cabe resaltar el peso elevado que siguen teniendo los productos frescos. La carne supone un 22% sobre el gasto total; las patatas, frutas y hortalizas frescas un 17%; los pescados un 13,4%; y el gasto en pan alcanza el 5,6%.
La recuperación de la demanda en hostelería y restauración se constata al comprobar que en 2015 aumentaron en 54 millones las visitas a estos establecimientos y las ventas crecieron en 385 millones de euros. Los consumidores han relajado sus restricciones presupuestarias a la hora de abordar el gasto en restauración y se ha consolidado también la estabilidad en el ticket medio con respecto a los periodos anteriores.
Por lo que respecta a los hábitos de compra de los hogares españoles, destaca la importancia relativa de los supermercados (44% de cuota de mercado, más otro 16% adicional de los establecimientos de descuento) que han aumentado progresivamente su participación. El comercio especializado representa un 16,4% de la cuota total y los hipermercados, un 13,9%.
Aunque estos porcentajes totales incluyen una diferencia notable en la elección de los establecimientos por parte de los consumidores españoles según se trate de alimentación fresca o de alimentación no perecedera. Por familias de productos, cabe destacar que el comercio especializado sigue siendo uno de los formatos preferidos, con porcentajes del 37% sobre el total de compras en las frutas y hortalizas frescas, el 27% en pescados y el 25% en carne. Unos porcentajes que son reflejo del buen hacer del comercio especializado en España y, por extensión, de la excelencia en el abastecimiento de estos comercios, que en gran medida se canaliza a través de la red de Mercas.
Finalmente, como un síntoma más de recuperación, los datos más recientes sobre los criterios de los consumidores a la hora de elegir el establecimiento de compra, demuestran el crecimiento de la calidad como criterio prioritario, porque es lo más importantes para un 66% de los consumidores, muy por encima del nivel de precios, con un 48%, y la proximidad de los establecimientos, que es lo más relevante para el 56% del total.
Una preferencia destacada por la calidad que supone, sin duda, un acicate muy importante para todos los actores de la cadena alimentaria, desde la producción al comercio y la restauración; conscientes todos ellos de que la calidad en los productos y los servicios es la mejor garantía de éxito en el presente y en el futuro.