Ser creativos. Para hacer más atractiva la fruta podemos presentar los platos de forma divertida, usar los colores como contraste, hacer un arcoiris con diferentes trozos de frutas, dibujar formas con ellas; incluso animar a los niños a que lo hagan ellos mismos.
En lugar de presentarles una simple manzana, le quitamos el corazón, la abrimos por la mitad y lo usamos para diseñar una cara divertida, con ayuda de 2 cerezas (los ojos), jarabe de fresa (la boca) y otros elementos, y ellos te ayudan en la tarea.
Podemos preparar copas irresistibles, por ejemplo, una copa con puré de manzana cubierta de merengue azucarado y decorada con virutas de chocolate negro. Decorar los vasos de zumos y batidos con pajitas de colores, sombrillitas o el clásico escarchado de azúcar en el borde captará su interés.
La macedonia es una estupenda manera de aficionar a los niños a comer fruta, ya que se les presenta pelada y el azúcar matiza el sabor ácido de algunas frutas.
Se puede hacer de multitud de frutas y es posible variarla según la temporada del año en que nos encontremos. Un buen truco es añadirle yogurt natural para darle más sabor o trocitos de queso fresco. O añadirle helado o crema.
Los zumos. El zumo que más suele gustar a los niños es el de naranja, pero se pueden hacer de uva, piña, manzana, kiwi, melocotón, etc., y mezclar las frutas entre sí.
Es aconsejable consumir los zumos recién exprimidos para evitar las pérdidas de vitaminas y hacer los zumos en vez de comprarlos ya hechos.
Con los zumos, la fruta pierde la fibra, pero son una alternativa saludable al consumo de bebidas refrescantes (más calóricas y menos nutritivas).
Los batidos. Podemos triturar un solo tipo de fruta o mezclar varias con leche y obtener buenísimos batidos de fresa, plátano, melocotón, multifrutas, etc.
Estos batidos llevaran azúcar (suavizará el sabor amargo de algunas frutas) para que le gusten al niño. Inicialmente se les puede incorporar mayor cantidad de leche y azúcar para luego ir incrementando el nivel de fruta.
Las frutas y el yogur. Las frutas y el yogur hacen una mezcla perfecta que por lo general suele gustar mucho a los niños. Podemos incorporar trozos de fruta a los yogures e incluso comprar en el mercado yogures que ya los llevan incorporados.
También el yogur sirve para acompañar compotas o purés de frutas; ejemplo de estos platos pueden ser: puré de manzana con yogur de limón o simplemente cubrir el puré con una capa de yogur y canela. Si cortas la fruta en trocitos muy pequeñitos y lo bates bien con el yogur te quedará una crema muy esponjosa.
Combinadas con otros alimentos. Añade fruta finamente cortada o puré a los platos de carne (pollo a la naranja, pavo con piña, lomo con puré de manzana), pescado (emperador a la naranja, salmón a la naranja), ensaladas, crepes (rellenos de plátano, melocotón y piña) o queso fresco. Además la fruta se puede freír (plátano frito con arroz a la cubana), asar (manzanas), etc.
Las salsas. Las salsas nos dan mucho juego a la hora de incorporar la fruta a los niños. Es posible elaborar salsa de frutas, triturando la fruta y añadiendo azúcar y un poco de zumo de limón (de albaricoque, de fresa, de piña, de frambuesa, de kiwi, etc…).
Por otro lado, podemos adicionar salsas del tipo de helado o crema para ocasiones especiales a las frutas y hacerlas mucho más atractivas para los peques de la casa.
Las brochetas. La elaboración de brochetas de frutas puede resultar una forma divertida para que nuestros hijos se acerquen al mundo de la fruta. Compra palitos de brochetas y pínchales trozos de diferentes frutas, juega con las formas y los colores, incluso puedes animarlos a que te ayuden y ellos decidan qué frutas poner.
En días de fiesta, estas brochetas te pueden servir para hacer fondues de chocolate que por norma general les suele encantar a los niños. No podemos hablar de las brochetas sin mencionar las manzanas de caramelo, tan comunes en las ferias de nuestros pueblos, que podemos hacer en casa y seguro que a nuestros niños les encantarán.
En la repostería. A los niños les suelen gustar mucho los dulces, lo que hace de esto una buena forma de darles fruta. Para ello prepara bizcochos caseros y decóralos con trozos de fruta, haz tartas de manzana, de frutas del bosque, etc.
Si el niño no acepta la fruta, se puede añadir triturada a modo de crema, que de igual forma servirá para hacer unos dulces muy buenos.
En todo lugar!!!!! La fruta es fácil de llevar; por eso, cuando hagan deporte, vayan de excursión, a la playa o estén mucho tiempo fuera de casa, mételes en la mochila una pieza de fruta (manzanas, plátanos, pera), o bien ponles un recipiente o bolsa plástica hermética con trocitos de fruta.